Hoy, los horarios irregulares derivados del trabajo en casa, así como el acceso día y noche a la comunicación digital, han ampliado inconscientemente nuestra jornada laboral, lo que nos deja con una sobre carga de información y una percepción del tiempo más acelerado. Lo anterior puede derivar en fatiga, estrés, insomnio, problemas crónicos de salud y en consecuencia bajo desempeño. “No es posible trabajar sin parar y ser productivo, es necesario recuperarse”.
El cuerpo y la mente son los primeros en enviarnos señales para hacerle frente al cansancio acumulado, pidiendo la recuperación inmediata de energía, el descanso se vuelve una necesidad.
Cuando hablamos de recuperación, nos referimos a la pausa de los factores que generan el agotamiento. Desde una perspectiva fisiológica, el descanso reduce y previene la acumulación de puntos que conducen al deterioro de la salud. Desde la perspectiva psicológica, restaura nuestros recursos y energías, preparándonos para las actuales demandas laborales y personales.
Aunque por la actual situación no es tan fácil escaparte a tu playa favorita, aún en casa puedes disminuir los efectos de la sobre carga laboral, y pasar de la “nueva normalidad” a la nueva productividad. Te dejamos estos consejos que seguro te ayudarán:
- Tómate en serio el fin de semana: Si normalmente tu semana laboral terminaba en viernes y por ahora no es posible, elige al menos un día para descansar completamente.
- Desconéctate de la tecnología: La tecnología es una gran herramienta, es solo la forma en que la usamos lo que nos hace amos o esclavos de ella. Establece momentos libres de tecnología para un mejor sueño y alto desempeño.
- Ejercítate: Una rutina de 20 a 30 minutos de ejercicio cardiovascular te relajará, oxigenará, equilibrará tu mente, y te ayudará a descansar mejor; además de mantener un cuerpo tonificado… que más se puede pedir.
- Duerme bien: Mientras dormimos, las ondas cerebrales se transforman en ondas restaurativas, la mayoría de las funciones corporales se ralentizan y nuestros cuerpos comienzan a repararse. Durante la noche, la frecuencia cardíaca, respiratoria y la presión suben y bajan, lo que es importante para la salud cardiovascular, además, el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células. La hora de dormir es el momento para renovarte mental y físicamente, ¡aprovéchalo!
- Medita: Un espacio silencioso sin ruido ni tecnología es ideal para una meditación de 10 a 20 minutos por la mañana, incluso antes de que el resto de la casa despierte, te ayudará a comenzar el día relajado, si lo haces también en fin de semana, poco a poco será parte de tu rutina.
- Practica la relajación: El descanso adecuado se logra cuando los músculos del cuerpo se encuentran libres de tensión, propiciando así una respiración profunda que aquieta la mente y relaja. Te sugerimos aplicar un auto masaje en hombros, cabeza y pies unos minutos antes de ir a la cama.
Recuerda que, por ahora, mantener tu salud física y emocional es vital.
