El mundo y nuestras vidas han dado un giro de 360°, hemos enfrentado grandes desafíos y sentimientos que la actualidad nos obliga a sobrellevar; pero, no te acostumbres a sentirte ansioso, estresado o con miedo.
Todas las emociones que experimentamos van y vienen. No hay nada de malo en ello. Esto forma parte de la vida. Sin embargo, sentirnos mal por periodos prolongados interfiere en el óptimo funcionamiento del cuerpo, haciéndonos propensos a enfermedades y dificultando la buena convivencia tanto en el hogar, como en el trabajo.
El primer paso para cuidar nuestra salud emocional es reconocer cada emoción tal como la experimentamos, y aceptarla como parte de la vida. Ten presente que sólo es posible transformar aquello que podemos reconocer.
Todos necesitamos estar bien emocionalmente y cada quien lo intenta a su manera. El respeto y apoyo mutuo crea un clima de empatía y cooperación que nos ayuda a todos y nos hace sentir más fuertes.
Sigue y comparte estas sencillas prácticas para cuidar tu salud emocional y adaptarte mejor a la nueva normalidad.
- Conecta con tu entusiasmo. Para transformar la ansiedad, el estrés o el miedo lo primero que necesitas es querer. La motivación se encuentra en las cosas que te despiertan simpatía y gratitud. Reconoce aquello que puedes agradecer en este momento. Encuentra lo bueno de las situaciones enfocándote en lo que te gusta, te inspira, te da confianza, te relaja o te divierte. Constata que cambiando tu percepción, tus emociones también cambian.
- Comprueba los beneficios de la aromaterapia. Múltiples recursos naturales, como las plantas, poseen propiedades terapéuticas que influyen positivamente en nuestro estado emocional. El aceite esencial de lavanda relaja el sistema nervioso y alivia la ansiedad. Diluye quince gotas en 200 ml. de agua. Con un atomizador, rocía tus manos e inhala profundamente varias veces. ¡Relájate y renuévate!
- Disfruta de moverte. Sin importar si dispones de tiempo para hacer ejercicio, moverte con frecuencia mejorará tu estado de ánimo, impidiendo la acumulación de estrés. Combinando la diversión y el movimiento optimizas los beneficios. Estírate como un felino, baila tu canción favorita o sacude libremente todo el cuerpo. ¡Libera la alegría que produce el movimiento!
- Consume más alimentos naturales. Está comprobado que una dieta alta en nutrientes mejora la salud emocional. Reduce al mínimo la cantidad de alimentos procesados y aumenta los alimentos naturales, frescos y de temporada. Ayuda a tu cuerpo a reponerse de los estresores del día. Recuerda que los alimentos son la mejor medicina.
- Comparte un momento de felicidad con los demás. Sentirnos acompañados contribuye a disminuir significativamente los niveles de estrés y ansiedad. Mantente cerca de los que amas por el medio que sea, a través de llamadas telefónicas o videoconferencias. Encuentra una anécdota divertida para compartir, o relata un recuerdo sobre algo agradable que viviste junto a esa persona. Ambos se beneficiaran al sentirse cerca y revivir buenos momentos. ¡A reír juntos!
- Permítete no hacer nada. Está demostrado que nuestro cerebro funciona mejor, somos más resistentes al estrés y nuestro bienestar aumenta cuando nos damos permiso de no ser productivos. Encuentra un momento para desconectarte de tus labores cotidianas del hogar o el trabajo, apaga internet y ¡disfruta de un buen momento de ocio!
- Pon atención en lo que haces. Poner atención y cuidado en lo que hacemos nos mantiene anclados en el presente. Elige una actividad y realízala como si se tratara de un regalo que quieres dar a alguien especial o a ti mismo. Esto te ayudará a conectar con tu creatividad e inspiración para liberarte de las preocupaciones y el estrés.
- Aprende a relajarte. Descansar adecuadamente te aleja de la ansiedad. Para dormir profundamente es indispensable saber relajar los músculos. Practica la relajación progresiva: empuña las manos y, tensa los brazos… los hombros… las piernas… el cuello y la cara. Retén el aire durante cinco segundos o más. Exhala lentamente y suelta la tensión acumulada. ¡Sumérgete en el sueño profundo!
Cuidar tu salud emocional es algo que puedes disfrutar siguiendo estas sencillas pautas. Compártelas con tus seres queridos y ¡comienza ahora mismo!